viernes, 28 de agosto de 2009

Tu paloma

En el fondo de mi casa hay un ganso, cuatro patos, dos gallinas. En el fondo de la tuya hay manzanas, cinco peras, tangerinas.
En el fondo de mi casa hay dos perros, un caballo, y cinco hormigas. En el fondo de la tuya hay girasoles, una parra, dos sandías.
En el fondo de mi casa hay un chancho, dos jirafas, tres cigarras. En el fondo de la tuya un limonero, dos naranjos, y una paloma.
Debe ser por eso que no funcionó. Por tu paloma.

sábado, 22 de agosto de 2009

Los fenómenos

Los fenómenos. Los que son unos mostros. Los sabiondos. Los que la tienen clara. Los que están de moda. Los que son responsables. Los que siempre cumplen. Los que ejecutan. Los que no les cuesta nada. Los que se preparan. Los que no tienen vergüenza. Los que ya lo sabían. Los que siempre trabajan. Los que escucharon todo. Los que leen siempre. Los que están atentos. Los que siempre están listos. Los que estuvieron ahí cuando había que estar. Los que la pelearon desde el principio. Los que se despertaron más temprano. Los que llegaron en hora. Los respetuosos. Los que ya estudiaron. Los que siempre están concentrados. Los que nunca, nunca sabrán la hermosura que se siente de meter un gol en la hora.

miércoles, 19 de agosto de 2009

De cucarachas

Son las 3:44pm. En tan solo un minuto a Roberto le van a venir unas irrefrenables ganas de ir al baño. Esperemos un minuto. Mientras tanto, les cuento que la historia se desarrolla en una oficina. La oficina se encuentra en un edificio bastante alto. El edificio se encuentra en el centro de la ciudad.
Son las 3:45pm. A Roberto le ruge el estomago. Se levanta de su silla y se dirige al baño. Abre la puerta del mismo pero no avanza. Se queda inmóvil. Comienza a retroceder. Camina de espaldas por el corredor de la oficina. Con cuidado. Con sus brazos hacia atrás, tanteando las paredes para no tropezarse con algún expediente tirado en el suelo.
Roberto continúa así, caminando de espaldas. Con un dolor de estomago ya casi que insoportable y la vista borrosa. Se siente mareado. Llega al escritorio y se sienta frente a la computadora. A la izquierda del teclado distingue unos lentes, se los pone. Ya esto le parece raro; Roberto jamás usó lentes en su vida. Comienza a teclear pero le duelen las manos. Se las observa y nota que tiene los dedos más cortos, dos anillos horrorosos y las uñas pintadas. Se marea. ¿Ataque de pánico? ¿Malestar físico por no hacer sus necesidades? No entiende. Se da cuenta que está sentado en el escritorio de Beatriz. Se asusta. Se para y se da cuenta que lleva puesta la ropa de Beatriz. Entonces; “Qué linda que estas hoy…”. No puede ser. El gordo Morales, el repartidor del correo lo estaba piropeando. “¡Anda a cagar gordo!” le respondió Roberto con una voz sumamente dulce y aguda. El gordo Morales sonríe y sigue su camino. Roberto no lo podía creer. No lo entendía. Se miró las uñas nuevamente: Rojo carmesí. Roberto comenzó a llorar y reír al mismo tiempo mientras corría por el pasillo a toda velocidad rumbo al baño. Se frenó. Las dos puertas frente a él con sus respectivos carteles: Caballeros, decía uno. Damas, el otro. Miró las dos puertas, y entró.

jueves, 13 de agosto de 2009

Nene

Cuando estas concentrado te duelen los ojos. Se te contraen los hombros. Todas las energías puestas ahí. Ahí en lo que está sucediendo. Hay que prestar atención. Estar bien pero bien atento a eso que está sucediendo. Mirar todo todo lo que está pasando sin perderse nada. ¿Qué paso ahí? Preguntame tranquilo que mirá que lo se… lo ví, lo ví. ¿Te perdiste eso que pasó allá? ¡Ahh… yo lo ví! Es que estabas distraído. No te concentraste mucho lo que pasa. Sos medio vagoneta vos lo que pasa. Nunca fuiste de los más aplicaditos. ¿Te das cuenta de eso, no? Porque lo peor es no darse cuenta. Es feo andar por la vida como vos metiendo la pata sin parar, pero peor es no darse cuenta de las cagadas que uno se va mandando. ¡Vos sos como un pato a cada paso una cagada y encima no te das cuenta! Muy fuerte lo tuyo viste… Bah, capaz que no lo viste porque sos medio chicato. ¿O miope? Porque el doctor Gamberra me dijo ayer que son enfermedades diferentes y que no sea cosa que se vayan a confundir y te terminen tratando por la otra que no tenés, y si pasa eso dicen que te quedas ciego y no se cuantas cosas más… Y si te quedas ciego de verdad ahí si que no vas a poder ver las cagadas que te sigas mandando porque en realidad no vas a poder ver nada de nada. Ni las cagadas, ni las buenas, aunque buenas no te van a pasar muchas si sos cieguito porque fijáte que te van a tener que acompañar a todos lados, y vos sabés bien que yo no te puedo acompañar a ningún lado porque trabajo doce horas por día y cuando vuelvo del trabajo vuelvo molida, y además tengo que hacer los mandados para hacer la comida para vos, y lavar los platos que vos ensuciás y que vos usás y que nunca vas a pensar en el otro porque yo ¿qué? ¿yo me rasco acaso? ¡No nene! Yo trabajo diez y seis horas por día como una turra y todo para que? Todo para que vos no te concentres y te olvides de lo que te digo. ¿Te vas a acordar de lo que te estoy diciendo no? No sea cosa que te esté diciendo todo esto al pedo y vos sabés bien, que si hay algo que no me gusta es hablar por hablar. Así que calláte y prestá atención que sino te juro por mi padre que en paz descanse que es la última vez que te traigo al teatro…

Juanes Moreiras

Como sabemos todos, existen varios Juan Moreira. Está el Juan Moreira de carne y hueso, que es medio flaco, bastante alto y simpaticón. Está el Juan Moreira de la novela. A éste, lo cuentan importante, innovador, tan grande que no pasa por la puerta.
Después está el Juan Moreira del circo criollo. Este Juan Moreira solía incluir a la gente en el espectáculo, era muy buen mimo y se burlaba de los milicos. Muy popular y querido era este Juan Moreira.
Después existen muchos otros Juan Moreira. El Moreira recién levantado,el que va al baño, el "Juan" para los amigos, el "Moreira" para los desconocidos, el "juancito" para la mamá, el "Juanchi" para los del Carrasco Polo, en fin... Otros Juan Moreira que complementan y condicionan a los otros Juan Moreira.
Hay Juanes Moreiras que se averguenzan de los otros Juanes Moreiras.
Está el Juan Moreira que le gusta la joda, la noche y el alcohol. Y está el Juan Moreira que disfruta leyendo de tarde y tomando mate.
Hay un Juan Moreira que le gusta figurar y trascender. Y hay otro Juan Moreira que le gusta pasar inadvertido.
Una vez se encontraron dos Juan Moreira y dicen que terminaron a las trompadas. El primero era estudioso, tranquilo y simpático. El segundo vago, borracho y mal humorado. Bien diferentes eran los dos. Opuestos y contradictorios. Pero aunque a ellos no les guste (y hasta algunos se averguenzen), tendrán que aguantarse y aprender a convivir. Porque como bien saben los dos, los dos, son Juan Moreira.

Apuntes de la EMAD. Materia: Literatura

La calidad artística depende de la clasificación de cada época.
Libros que dialogan con sus contemporáneos. Y con las generaciones por venir.
Los mates dialogan con el termo. Intercambiando fluidos. En la mateada hay uno que ceba y otro que lo toma. Uno que da y otro que recibe.
Hay quienes pueden decir que lo artístico esta desligado de lo histórico.
Que está más elevado sobre las pequeñeces mundanas y no atiende ni responde a su contexto social y temporal.
"No leer a Borges en el IPA en los años 80 era de ignorante". El artista y su obra. ¿Se pueden desligar? ¿Ver por separado? ¿Tom por un lado y Jerry por otro? Uno hace lo que es, diría Levón.
Tamar es violada. "Por algo será..." dijo uno. "Algo habrá hecho..." dice otro.
Si están vestidas iguales; ¿será un 2por1 o pura casualidad?
"No creo en las totalizaciones". Soy más de Astori dijo ella. Astoristotélica.
"El otro lo que tiene que es muy loco suelto".
Son concepciones. No todos vimos la última versión de "Bodas de sangre" de la misma manera. A ella le gustó y a la otra mucho más. Y la otra es un cuarteto vocal. Y una de esas cuatro es profesora de canto en esta institución y no vio la última versión de "Bodas de sangre". ¿Y vos cómo sabes? ¿Le preguntaste? No.
"Amón resucitó en forma de Jesús". Se parece a Jesús pero con lentes.
"Que jarana que hay ahí en el fondo".
"Muy bien de crítica pero no fue nadie a verla..."
De las mejores críticas. No del valor, sino de la información y concepto teatral.
"No quiero hablar mal de los fallecidos".
"Tu no entras porque estás desequilibrada".
"Habla bien usted chepe eh..."

Muy pero muy breve ensayo: Sobre la influencia

Si. Nos vamos a ver y nos vemos influidos todo el tiempo. Nos vemos influidos por La Zaranda, Tim Burton, Fernando Arrabal, Levón y por Hugo Millán.
Nos influyen y esto significa que nos modifican, nos transforman, nos forman.
Nos influyen y no esta mal que así sea. Es bueno ser conscientes de aquello que nos influye. Es bueno ser conscientes.
El tomar consciencia de lo que nos gusta, o de lo que no, de lo que nos aburre, de lo que nos interesa, o de lo que no, nos sirve para formar un gusto propio. Nos ayuda a formar un gusto estético, un gusto musical, o un gusto por una forma determinada de hacer teatro.
Como todos, somos hijos del tiempo que nos tocó nacer, y en él vivimos, miramos, puteamos, reímos.
Somos individuos de una sociedad determinada, y como tales, todo lo que nos rodea nos afecta, nos modifica, todo nos influye.
Creo que vamos por buen camino si nuestra pretensión es tomar conciencia de lo que nos influye, simplemente para conocernos, entendernos, para formarnos. Y así dentro de un tiempo (cercano o no tanto), poder crear nuestro propio camino en este mundo de "lo teatral". Sin copiar a Grotowski ni queriendo ser como La Zaranda. Pero el querer pensar que no nos influyen, es solo una pequeña treta de nuestro ego.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Yo ahí

Yo ahí. Siempre ahí.
No soy feo pero nunca fui un ganador.
Jugando al basquetbol no era un base goleador. Pero daba buenos pases.
Yo ahí. Siempre ahí.
Soy como un Drexler antes del Oscar. En realidad, si yo fuera un Drexler ni siquiera sería Jorge. Sería el hermano menor de Jorge que también es músico pero que nadie conoce. A propósito, se llama Daniel y no es ni la mitad de bueno de lo que es Jorge. Aunque hay muchos perdedores que se dignan a compararlos, yo se que estan equivocados. Yo acá los comparo porque igual no tengo nada que perder. Porque justamente soy un perdedor igual a todos esos que andan comparando a los Drexlerers porque no tienen nada mejor que hacer. Y yo tampoco tengo nada que hacer. Igual, aunque tampoco tenga nada que hacer, no quiero seguir comparándome con Daniel Drexlererersss que ese sí que es un perdedor.
Yo ahí. Siempre ahí.
No se jugar al futbol, pero no soy un tronco.
No soy un lumpen pero tampoco un intelectual. Tengo buen oído pero no se cantar. ¡¡¡Aro aro aro!!! ¡Pare la escritura! Que acá quiero quebrar una lanza por mí, y decir que eso de que tengo buen oído no lo digo yo… No señor, lo dice Sarita Sabah loco, que esa si que es una fe-no-me-na y no una perdedora como Damián Drexlerer que ese si que es un perdedor.
Yo ahí. Siempre ahí.
Salgo en una murga tocando el redoblante y me gustaría cantar. No se bailar, pero unos pasos te tiro...
Yo ahí. Siempre ahí.
Tengo miedos tan bobos que no valen la pena de ser contados. Ni miedo al hambre ni miedo a la muerte. Inseguridades mediocres nomás…
Yo ahí. Siempre ahí.
Y ahora acá cuando me gustaría estar ahí.
Yo ahí. Siempre ahí.
Eso si, al ping-pong juego bien. De hecho, juego muy bien. Por ahí… Quien te dice…

martes, 11 de agosto de 2009

De mal americano

Sintiéndome el más europeo en mi propia América. Olor a tierra húmeda. Negra fértil. Brisa fresca en la cara para despavilarse y darse cuenta. Clima Sub-tropical. Semi-selvático. Agua fuerte y clara que corre río abajo. Apurada para ser bebida por árboles y flores, pájaros y llamas. Las ruinas que desmoronan nuestras estructuras al verlas. A derrumbar prejuicios traídos por la ignorancia y por la iglesia católica. O por la ignorancia de la iglesia católica. Y su moral cristiana. Sentirme impotente ante tanta inmensidad. Con nostalgia de tiempos en los que no viví. Con cariño hacia personas que no conocí. Bronca y rabia hacia algunos, y ternura y amor hacia otros.
Alegría y culpa de ser un privilegiado. Privilegiado de estar ahí. Con la tierra húmeda, la furiosa agua, las hojas de coca, con los que viven ahí.
Admiración a todo aquel que pueda gritarle a la noche que es americano en cuerpo y alma. De nacimiento y hasta la muerte. Que es americano por su forma de vivir y su forma de amar.
Gran admiración a esta América profunda y maltrecha. Dueña de una belleza inigualable. Ella, nadie más que ella es dueña de esa belleza. Brisa fresca. Vientos de cambio. Belleza que aflora. Hierba mala que si muere. Hay que arrancarla de raíz. Montañas de gente. Gente que mueve montañas. Bien arriba de la montaña esta el cóndor. El águila, nunca. Es el cóndor que se acuerda como surgió la montaña y el río. Es el cóndor el animal de esta tierra y esta tierra es del cóndor. Del águila, nunca.
Y yo sintiéndome el más europeo, en mi propia América.

domingo, 9 de agosto de 2009

"el darse cuenta"

Hay que aceptarlo. Debemos darnos cuenta y vivir con esto. Hay afectos que surgen de la nada. Que aparecen como de la nada. Y van a seguir apareciendo, (apuesto plata, y eso que nunca aposté en mi vida ni una figurita). Personas nuevas, de lugares cotidianos o de otros países. También se nos despiertan sensaciones nuevas por personas viejas. Ojo que con esto no me refiero a las edades. Se nos van a ir apagando sentimientos por personas antes muy queridas. Así como todo, como la vida misma, va mutando. Va transformándose. ¡Pero qué descubrimiento el de este flaco, dirá usted! No. Por supuesto que no... Esto no es nuevo ni lo descubro yo. Simplemente que cuando uno, a su propia manera, descubre, vivencia, entiende algo; se asombra. Se asombra, asusta, maravilla, o le pasa algo. Lo que sea, pero algo le pasa. Algo te tiene que pasar viejo, sino sos un robot. Un pecho frío. Un Paul Pierce. ¿Que mirás? ¿Te pasa algo? Ah! Menos mal, entonces sigo escribiendo... ¿Y a mí que me importa que todos ya sepan que Zitarrosa es un genio? Si yo nunca lo había escuchado. Este enero cuando realmente empecé a escucharlo, me quería matar de lo gil que fui en no haberle prestado atención mucho antes. Pero no importa eso en realidad. La cosa es que yo lo descubrí. No lo conocía y apareció en mi vida, mundo, llamále como quieras... Lo que a veces asusta es el darse cuenta. El descubrir los hechos y las cosas por uno mismo. Creo que todo va por ahí, no? El razonamiento simplón que estoy haciendo no está tan equivocado, no? Y bueno, a veces uno se asusta, no entiende por donde viene la mano. ¿Cómo puede ser que nos pasen estas cosas? Porque es claro que uno va cambiando, va mutando. Lo que quiero decir es que aunque uno mismo vaya cambiando, el tema esta en las circunstancias. En las "circunstancias dadas", diría Stanislavski. En como mira uno a los demás. En que le significan los demás en un momento histórico determinado. En una situación determinada. En lo que uno necesita de la vida y de las demás personas en ESE momento. Subrayo ESE, (más bien lo pongo en mayúscula), porque yo ni vos somos los mismos ahora, hoy, que hace diez años. Hace diez años vos te enamorabas de la música y yo estaba todavía en la escuela. Lo que uno necesita en la vida, no lo sabe. No me preguntes porque pero es así. Podes sospechar, pero no saberlo. Esto es inconsciente, por supuesto. Vos podes ir por ahí buscando conscientemente donde venden zapallitos para hacerte una torta de puerro, pero no vas consciente por la vida buscando una petiza que guste de ir a cinemateca, estudie danza, y haga ricas las milanesas. Tampoco vas con un cartel en la frente que diga; busco una morocha de metro setenta y dos, labios carnosos y pechos prominentes. Ahí, el inconsciente serías vos. Además esa mina se llama Angelina, vive en Los Ángeles y esta con un pibe mucho más fachero que vos. Se te da, o no se te da. Lo encontrás o no. Pero lo asustadizo es que capáz que la tenías al lado y no te habías dado cuenta. En realidad si tenías al lado una morocha de metro setenta y dos de labios carnosos y pechos prominentes y no te habías dado cuenta sos un nabo bárbaro, perdonáme que te lo diga... Pero ta, puede pasar igual, no? A mi me pasó, así que te entiendo . Y también puede pasar que personas que antes veías más seguido, que te querían (o te siguen queriendo) por las circunstancias de la vida, por las distancias, el tiempo, o vaya uno a saber por que, se nos van alejando. Pero ta, puede pasar, no? A mi me pasó, así que te entiendo...

viernes, 7 de agosto de 2009

La llamada

Suena el teléfono. Lo lógico, atiendo. Es una muchacha. Dice que se llama Ana Molinari. De la funeraria Martinelli, para ofrecerme sus servicios dice. Me asusté, ¡lo tengo que confesar que me asusté!
¿Qué quiere decir esta jovenzuela? ¿¿¿Necesitar de sus servicios??? Una persona joven como yo, buen mozo, atlético, audaz, valiente, ¿precisar de sus servicios? ¿¿¿No se da cuenta por mi voz que tengo 22 años???
¿Será que voy a necesitar de sus servicios y no me enteré? ¿Será que me esta avisando el pae? ¿Será que la señora de capucha me quiere llevar de paseo un ratito? ¿El barquero tiene ganas de llevar a pasear mi alma por el resto de la eternidad y no me enteré?
¡A la flauta! Ta, voy a ir al almacén a comprarme unos litros de vino, así si viene la parca la confundo con mi vecina, y le empiezo a tirar guiñadas y tratar de darle unos besitos en el cuello.
Pero en realidad no tengo de que temer. Si soy joven... no se me ha detectado ningún tipo de cáncer y ya me salió la muela del juicio... a ver, razonemos juntos, ¿qué me podría pasar? ¡Nada! Absolutamente nada.
En realidad, si hago un pequeño esfuerzo mental, no es difícil darse cuenta que a uno, tenga la edad que tenga, le puede pasar cualquier cosa; un paro cardíaco, un ataque irreversible de asma al polvo de la computadora, un sicópata que sale del ropero, la garrafa de gas que explota sin aviso, o morir asfixiado por una perdida de gas de la misma, o…
Bueno… ¡ejémm! Esteeee… mejor los voy dejando por acá que tengo que llamar a una amiga. Ana se llama, pero no creo que la conozcan…

Negrita

Reíte negrita. Reíte y sabe que te quieren.
Reíte porque estas sola. Porque nadie más que vos te va a cuidar.
Reíte porque te tenés a vos y a nadie más que a vos.
Reíte porque de mientras que te das cuenta que estas sola, acá estoy para cuidarte.

Roberto Sánchez

Cuarto a media luz. Una estufa prendida. Al cuerpo tirado en el piso le sale sangre por la nariz. También por detrás de la oreja. Se ha pegado un tiro en la sien.
Esto ocurrió un sábado por la madrugada. Era Roberto Sánchez.
Sin ganas de vivir, eso era obvio. Pero, ¿por qué? ¿Qué ocurrió que lo motivo a quitarse la vida de esta manera?
Aquí empieza el misterio. Y nuestra historia…
El tipo era tranquilo, amable. El viernes por la mañana había dejado a su hija en la escuela pública número 187, ubicada en Francisco solano lópez y Ellauri. Luego, se había detenido en un bar de buena fama a beber su café. Digo su café porque era de costumbre en él beber este café en ese bar. Su café matinal podría yo decirles también. Su café de costumbre. Su café.
A las 9:43am Roberto se retira del bar y sube a su coche. Prende la radio. No sabemos que emisora escucha, o si introduce un CD, pero sabemos que algo escucha mientras conduce por la rambla rumbo a su trabajo. Digo su trabajo porque era de costumbre en él trabajar en ese lugar. Su trabajo usual. Su trabajo diario. Su trabajo.
Al entrar en el edificio Roberto sale del ascensor y se dirige a su escritorio. Digo su escritorio porque era de costumbre en él sentarse en ese escritorio. Su escritorio matinal, de costumbre. Su escritorio diario. Su escritorio.
Enciende la computadora y entra a una página de Internet. No sabemos bien a cual. Pero sabemos que entra a una página. De noticias, de economía, de fútbol o de mujeres desnudas… Pero a una página entra.
Así prosigue su día, todos los días, hasta las seis o siete de la tarde dependiendo de la cantidad de trabajo. Y así ese día como todos los otros días de su vida.
Roberto tiene 34 años. Vive solo. Tiene una hija a la cual ama más que a nada en el mundo. Roberto gusta mucho de la música de Bach y de la lectura en general.
Roberto se pegó un tiro en la sien ese Sábado a las 2:24am.

Cara larga

Sos como una luz apagándose. No se porque. Tengo mis sospechas, pero todavía no lo se.
Todo entreverado y cansador. Complicado.
No es risa ni disfrutar de la primavera. Es todo una mierda. Todo ganas de dormir y leer. Todo lo que pasa esta mal. Todo.
Pero no sos el único. Pensás que si, pero no lo sos. Hay muchos que ya escribieron de tu dolor. Se hicieron canciones enteras sobre tus problemas.
Algunos ya los solucionaron y al mirar atrás, se sintieron idiotas. Otros simplemente no pudieron y nunca podrán.
Pero ya todos la pasaron como la estas pasando vos. No te das cuenta que solo sos uno de los tantos malos humores que hay por ahí y por acá.
Y entonces, ¿qué? Despertar, caminar de ida, caminar de vuelta.
Sabes que hay gente enfrente que la está pasando mal de verdad. Peor que vos. Te sentís un gil. Pero igual no podes evitar sentirte el peor de todos los peores…
Y mientras tanto se ríen.
El que se tenga que reír, se te ríe.
Vos seguís de cara larga y haciéndote mala sangre, mientras los demás se te ríen.

jueves, 6 de agosto de 2009

De por ahí

¿Y qué me importa sentir frío si lo importante es llegar? A paso rápido para llegar cuanto antes. A un lugar calentito, donde tengo comida, una milanesa, un pan o papas con carne, un ensopado, nada frío todo caliente.
Llevo de escudo una campera abrigada estilo polar, atenti y ojo que es estilo polar no una campera cualquiera que anda con frío y hambre por ahí, es una distinguida y refinada estilo polar. Un pantalón, también un calzoncillo, medias y unos championes en la lona, digo de lona, y una remera y me cago en la puta madre por pisar el agua que ahora quedo todo mojado…
Por eso digo que acá lo importante no es el viaje, el frío ni el viento. Lo importante es llegar.
Sigo caminando a pie mojado y paso cansado por el centro de la cuestión. No sé si es el centro de la ciudad pero si sé que es el centro de la cuestión, de la cuestión que estoy yo. Están mis amigos los viejos, las putas, los niños, todos, todos están por acá en el centro de la cuestión. Están todos y todas y hay de todo para todos los gustos, hay pasto, hojas caídas, autos, basura, frío viento y zapatos mojados y todo, todo.
Y en estos viajes me pasa de todo, siempre piso algún sorete, siempre casi muero pisado por algún auto, siempre veo chiquilinas lindas de pollera de liceos, siempre piso agua y me mojo los pies y me entra más frío y la puta madre y siempre me termino emborrachando por ahí…
Siempre se consigue por ahí alguna moneda para emborracharse por ahí. Acomodando autos o alguna otra cosa pero generalmente pidiendo. Pidiendo se hacen monedas. Se consiguen las monedas. Acá no consigue el que no quiere conseguir o el que no precisa porque ya tiene. Porque para conseguir monedas es cantando y gritando. Se grita con la garganta mal herida y con el dolor de ya no ser. O de no haber sido nunca yo que se…
Si no hubiera conocido lo bueno, no andaría triste por ahí deambulando. Es como el perro que toda la vida la pasa en un patio de mierda de dos por un metro y nunca vio la playa ni un parque ni nunca tomo un vino ni nada. Y no quiero pensar más en todo lo que podría haber llegado a ser. Como por ejemplo: “Señoras y señoritas… Hoy se presenta en este teatro, el mejor de los mejores directores murgueros que existió jamás… acompañado por todos sus amigos que ya no tiene y ni puta idea de por donde andarán… el inigualable músico con buen oído, el maravilloso padre de dos nenas y un varoncito, el escritor fenomenal, el galán rompecorazones, el campeón mundial de ping-pong… aquí damas y damiselas se presenta el súper actor imbécil y transeúnte de pie mojado y con mucha hambre…” jajá que idiota que soy… Como gasto en pensar como debe ser tener siempre plata para el vino, tener una familia, un lugar calentito para comer ensopado. Como gasto el tiempo pensando cómo se sentiría en tener un lugar propio a donde llegar para que lo verdaderamente importante no sea el llegar, sino el viaje.

El trono

Desde su trono, hace todo lo que se le da la gana. Sentada en el come, lee, bosteza y recuerda. Es desde su trono que fuma y ríe, que duerme y sueña…
Por teléfono, se comunica con todos los que quiere. O con el primero que encuentra. Habla con todos sus hijos y con todos sus nietos. Con los que tiene bien cerca y con los que no tanto. Es por teléfono que ordena y que pregunta, que ríe y grita, que se enoja y alegra.
Pícara. Sensible. Enojona. Gran conocedora del tenis mundial y Maestra, en el arte de criticar a los que juegan. Lectora voraz y de voraz apetito. Tiempo de sobra. Sobra cariño. Sabe tropezarse de vez en cuando, pero mejor sabe cuando uno anda tropezado. Sabe gritarme en el oído y llorarse en silencio.
Ya no existen los lunes ni conoce los domingos. Cualquier día le da igual. Comienza sus actividades bien temprano en la mañana cuando se levanta, va al baño, riega las plantas, abre los postigones… Esfuerzo sobrehumano es llegar a la cocina. Y ni hablemos de volver al living... Pero por suerte la recompensa es bien paga en vasos de jugo Light y galletitas con dulce. A paso lento pero inseguro llega al living para desayunar con Marlon Brando o Robert Redford mientras se abriga en los días de invierno, o se desnuda en los de verano...
Y así pasa los días desde su sillón, su trono, rezando para que gane el suizo porque suizo era su abuelo, despotricando contra la iglesia católica y contra los gringos, riendo y queriendo a todos y queriendo no estar tan sola.
Así pasa los días la abuela gorda. La abuela linda. La abuela invierno. La abuela.

Él era gordo y con granos en la frente

Él era gordo y con granos en la frente. Ella era bizca y tenía feos dientes.
-¿Soy bonita? Preguntaba ella.
-¿Soy bonito? Preguntaba él.
- ¡Pero claro que te reee quiero mi amor! Le contestaba ella.
- Si, yo también te re quiero, pero te estoy preguntando si te gusto, no si me querés… Porque la verdad que desde mi etapa en la escuela, que cuando yo saltaba en clase de gimnasia y todos mis compañeros gritaban; “¡¡¡ Terremootoooo!!!”, no me quedé muy bien de autoestima, y ta, capaz que por eso, y sumado a mis apodos en el liceo, necesito una confirmación de tu parte de que yo te gusto y de que…
- Para, para, ¿y como era que te decían en el liceo? Contame de vuelta, daaaale porfi que me re divierte…
- ¿¿¿Me estas jodiendo???
- ¡Dale si me re divierte eso mi amorchu!
- El bola, pez globo, el gordura, el gordo, gordo a secas, ballenato…
- Ja ja ja ¡Hay mi amor sos tan gracioso!
- Bueno basta, ¿¿¿pero te gusto yo al final o qué???
- Pero claro gordito, como no me vas a gustar. Todo grandote así para abrazar, todo abrazable sos, me da una ternura...
- Si ta, buenísimo… ternura te provoco, pero algo sexual ni ahí…
- Huuu bueno… que pesado que sos…
- Y si, peso ciento veintidós kilos que le voy a hacer…
- ¿Comer menos pan? Si igual acá la insegura soy yo, ¿vos que te preocupas? Por solidaridad te preocupas vos, porque acá la de dientes torcidos soy yo.
- Ejémyojostorcidosejém!…
- ¿Seguís con tos?
- Es el invierno.
- Bueno ¿pero soy bonita?
- Pero mi amor, ¡obvio que sos recontra bonita! Ya te lo dije mil veces. Me encantas, vos, tus ojos, tu boca, toda toda me gustas…
Esto era verdad.
-Pero, así bizca y todo, ¿Te gusto igual? ¿En serio?
-Pero obviamente mi bizcochuelita preferida de mi corazón… si es como una habilidad que seas bizca, es como un poder de Harry Potter de poder mirar dos cosas al mismo tiempo! Podes leer y mirar la tele simultaneamente, o leer dos cosas al mismo tiempo, o mirar una peli y comer con cubiertos al mismo tiempo, o… bueno, en realidad no me gusta nada que seas bizca, porque hay veces que me miras a mi y al mismo tiempo de cotelete, así como quien no quiere la cosa miras a otro tipo…
- Pero mi ballenatito preferido, si vos sabes bien que mi ojo fuerte es el izquierdo… Y que a vos siempre te miro con el izquierdo. ¡Si con el derecho veo todo borroso!
- Ta pero igual, ¿yo como se en verdad que es el izquierdo el ojo con el que ves bien, y no el derecho?
- Y bueno, ¿confiando en mi no es suficiente?
Ella tenía un buen argumento.

El Superhombre

Lo que le ponían adelante el tipo bancaba. Podían ser tres, cuatro o hasta cinco problemas a la vez. El hombre invencible. El superhombre. El genio y figura. Todo bien, no hay dolor loco, no hay lío. No hay problema, decía. En realidad habían tres, cuatro o hasta cinco de estos al mismo tiempo, pero el decía que no había ninguno.
No era musculoso. No tenía el máximo coeficiente intelectual ni un revólver. Pero el tipo se la bancaba. Medio a los ponchazos, a manotazos de ahogado, a como fuera, pero él la iba llevando. ¡Pero que bien! Pensará usted. No no, le diré yo. No es para que se asombre. No es para que digamos pá que salado este tipo que va por la vida enfrentándose a más de un problema a la vez… Pero ta, un poquito de respeto igual no viene mal. ¿No? No se… capaz no es respeto, pero si estimarlo un poquito. Tampoco decir que es un gil de cuarta, que no vale dos pesos, que por el no das ni un mango doblado. Tampoco digas tres tristes tigres comen trigo en un trigal porque es una frase complicada y además no quiere decir nada. Es solo un trabalenguas. Y eso me hace acordar a uno de los cinco problemas que tenía el tipo este. No era con los trabalenguas, era con los trabas... Pero esa es otra historia y no nos queremos meter en detalles. Porque al fin y al cabo este es un pobre tipo, un gil de cuarta por el que no das dos pesos. Así que mejor dejarlo tranquilo con sus tres, cuatro, o cinco problemas y que el siga creyendo que es el hombre invencible. El superhombre. El genio y figura. Porque igual, a fin de cuentas todo es cuestión de cabeza, todo es cuestión de creerse o no.