jueves, 6 de agosto de 2009

El Superhombre

Lo que le ponían adelante el tipo bancaba. Podían ser tres, cuatro o hasta cinco problemas a la vez. El hombre invencible. El superhombre. El genio y figura. Todo bien, no hay dolor loco, no hay lío. No hay problema, decía. En realidad habían tres, cuatro o hasta cinco de estos al mismo tiempo, pero el decía que no había ninguno.
No era musculoso. No tenía el máximo coeficiente intelectual ni un revólver. Pero el tipo se la bancaba. Medio a los ponchazos, a manotazos de ahogado, a como fuera, pero él la iba llevando. ¡Pero que bien! Pensará usted. No no, le diré yo. No es para que se asombre. No es para que digamos pá que salado este tipo que va por la vida enfrentándose a más de un problema a la vez… Pero ta, un poquito de respeto igual no viene mal. ¿No? No se… capaz no es respeto, pero si estimarlo un poquito. Tampoco decir que es un gil de cuarta, que no vale dos pesos, que por el no das ni un mango doblado. Tampoco digas tres tristes tigres comen trigo en un trigal porque es una frase complicada y además no quiere decir nada. Es solo un trabalenguas. Y eso me hace acordar a uno de los cinco problemas que tenía el tipo este. No era con los trabalenguas, era con los trabas... Pero esa es otra historia y no nos queremos meter en detalles. Porque al fin y al cabo este es un pobre tipo, un gil de cuarta por el que no das dos pesos. Así que mejor dejarlo tranquilo con sus tres, cuatro, o cinco problemas y que el siga creyendo que es el hombre invencible. El superhombre. El genio y figura. Porque igual, a fin de cuentas todo es cuestión de cabeza, todo es cuestión de creerse o no.

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