domingo, 27 de septiembre de 2009

Noche

El edificio gris de la ciudad fría. Hay niebla y nieve en la ciudad. Abajo es humo helado y autos con sus luces prendidas y focos de la calle. Los quioscos de las esquinas. La ciudad de Filadelfia dormita en este barrio. A esta hora. Todos los árboles han perdido sus hojas. Gente caminando de regreso a sus hogares o a algún otro sitio. Todas las manos de los caminantes están en bolsillos. Bolsillos de chaquetas, sobretodos o camperas de nylon. Todos los dedos bien cubiertos y abrigados de la temperatura bajo cero. Con cuidado de no congelarse. Es tarde. O temprano. La 1 de la madrugada. Mucho frío. Un autobús aparece doblando la esquina. Despacio. El chofer es negro y de más de 60. En el autobús todavía viajan un señor blanco, canoso y de bigote, un joven de campera marrón y una morocha de vestido rojo. Las persianas de los negocios están bajas. Aseguradas con candados. Debajo de unos diarios duermen dos perros y un señor. El autobús llega a la esquina y frena. De su puerta delantera baja la mujer de rojo. De la puerta trasera baja el hombre de bigote. La luna llena mira desde lo alto entre los edificios. Se escucha un grito a lo lejos. La mujer camina con sus tacos, su vestido rojo, su pelo negro. El hombre viene detrás. Un taxi los pasa velozmente en sentido opuesto. Los separan siete metros. Ella acelera el paso. A su izquierda contra una pared, debajo de unos diarios ve a dos perros durmiendo y un hombre ladrando. El hombre de bigote acelera el paso. Cinco metros los separan. Otro taxi pasa a su lado en sentido contrario. Ella esta por llegar. Cada vez más cerca del edificio gris. Se oye un ruido de botellas contra la calle. Ella acelera el paso estira la mano encuentra el botón del portero eléctrico y catorce segundos después y 19 pisos más arriba alguien se digna a responder. Hola, adelante. Hola… ¿Hola?

viernes, 4 de septiembre de 2009

Como guste

Siempre es igual. Uno pone un plato de arroz con atún y sale uno de fideos con tuco. Otro día pones una empanada de jamón y queso, y sale una de carne y aceitunas. Siempre funciona igual. Es siempre lo que él quiere.
Yo no me hago mucho problema pero la abuela se agarra unos mareos que ni te cuento. Por las mañanas cuando pone a calentar su café con leche, no sabe con lo que se va a encontrar. Sin ir más lejos, el lunes pasado terminó desayunando milanesa con papas fritas. Eso es bastante grave porque la abuela no puede comer fritos, y la salú es la salú dice ella, y no puede comer con sal, y no se cuantas cosas más…
Papá (un tipo muy distraído) demoró seis meses en asimilar esta nueva forma de comportarse del microondas y esto le trajo infinidad de problemas. Sobre todo cuando ponía a calentar su tortilla de papas y salía transformada en un bife de pescado. Y mi viejo, odia el pescado. No les puedo explicar como se ponía de furioso el gordo, parado horas y horas frente al aparato gritando, gesticulando, suplicando arrodillado agarrándose del mármol para que le devolvieran por favor su tortilla de papa y que desapareciera inmediatamente ese pescado, que estaba impregnando de un olor asqueroso (olor a pescado) toda la casa.
No para todos es un defecto este nuevo sistema transformador de alimentos; desde que al aparatejo se le ocurrió comenzar a funcionar así, mamá ya no tiene que devanarse los sesos pensando el menú para la cena. Ella chocha de contenta ideó este funcionamiento: Cinco platos; un pedazo de pan arriba de cada plato; los mete en el microondas y que sea lo que dios quiera. Perdón… y que sea lo que él quiera. El resultado: Cinco platos de comida diferentes. Desde panchos al pan hasta pato a la naranja. Ahora si, al que le toca el pato a la naranja mala suerte y se lo come sin chistar.
Así de fácil soluciona mi madre la cena nuestra de cada día.
Mi hermana es la que se ve más beneficiada; cuando vamos a cenar lentejas con arroz por ejemplo, mamá la deja ir hasta el microondas y poner el plato cuantas veces quiera hasta que salga algo que a ella le guste. Generalmente mi hermana, mientras espera los dos o tres minutos correspondientes, le habla al microondas. Le habla pidiéndole que haga salir unos ravioles con tuco (su comida preferida) lo suficientemente calientes como para no tener que ponerlos a calentar, en una hornalla.
La cuestión es que nadie puede negar que en esta casa tenemos un menú bastante variado. Tampoco va a pasar que si nos vienen a visitar, los invitados tengan que comer las sobras del día anterior…
Pero eso si, de la ensalada nadie se salva. Es que la ensalada se come fría, repite siempre la abuela…

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Mobiliario

Que los muebles de la casita ubicada en la calle Santander levitaran, no era cosa nueva. Con total soltura y libertinaje, los platos flotan, la heladera baila por los aires, y los zapatos perfuman todos los ambientes sin que nadie se los pida.
La casa sufre “épocas”. Con la mejor de las suertes, pueden pasar tres meses seguidos sin ningún ataque del mobiliario hacía la familia Sánchez. Pero en las épocas un poco más complicadas, cada cinco minutos sale volando una mesa o algún libro sale despedido contra el techo del comedor.
A la hora de la cena hay un espectáculo digno de ver; el salero comienza a despegarse del mantel junto con la botella de agua y los vasos que vienen detrás. Los platos suben inclinados tirando los fideos y lo que es peor; el tuco. Joaquín, el hijo menor, ríe sin parar mientras grita y aplaude señalando la manteca aplastada en el techo. Marcela que ya corrió a buscar la escoba, los trapos y el jabón, maldice y repite que no sabe hasta cuando podrá soportar esto, mientras Roberto le grita inútilmente a los elementos flotantes que bajen inmediatamente.
Joaquín es el que más disfruta de esta situación. Lo muestra con una sonrisa de oreja a oreja cuando se agarra del cable de la licuadora, y al mejor estilo globo de helio, sale volando por toda la casa con su traje de superman mientras canta a viva voz. Infeliz fue el episodio que sin preveer las consecuencias, salió a sobrevolar el barrio y terminó (por suerte) sobre la copa de un sauce llorón. Esa tarde terminaron, él en penitencia, y ella (la licuadora) adentro de una caja bien en el fondo del armario.
En la escuela, los amigos de Joaquín le suplican que los invite a jugar por la tarde, y él, feliz de la vida, les responde que están todos invitados, y que ayer se subió a la heladera y cabalgó por todo el living, el baño y los tres cuartos.
Marcela y Roberto no la tienen tan fácil, ya que su vida social no se vio beneficiada sino muy por el contrario, tuvo que dejarse de lado por un buen tiempo. Solo imaginen a Marcela con sus amigas en el living, tomando el té de las cinco mientras un microondas pasa zumbando la cabeza de Graciela, su mejor amiga, y podrán entender un poquito su situación. Roberto tampoco puede invitar amigos a su casa a ver fútbol, ya que en el medio de un partido, el calefón puede darse de lleno contra una pared o el televisor mismo salir disparado hacia el techo.
Dos por tres, cuando a la radio se le da por salir a pasear por el jardín a todo volumen, los vecinos curiosos asoman las cabezas por arriba de los muros y quedan horas observando sin poder dar crédito a sus ojos.
Pero el peor incidente que la familia jamás olvidará, fue cuando a la plancha se le ocurrió salir a flotar a velocidades desorbitantes. Lo más campante, esta salió disparada de su armario y le dio a la tía Irma de lleno en la nuca, despatarrándola sobre la alfombra y provocando su muerte inmediata.
Agradezcamos que la garrafa de gas, educada y bien intencionada, es conciente de los daños que podría causar con tan solo salir a pasear por el comedor. Entonces ahí se queda ella, tranquilita debajo de la mesada de mármol, conversando con el tacho de basura para pasar el rato.

viernes, 28 de agosto de 2009

Tu paloma

En el fondo de mi casa hay un ganso, cuatro patos, dos gallinas. En el fondo de la tuya hay manzanas, cinco peras, tangerinas.
En el fondo de mi casa hay dos perros, un caballo, y cinco hormigas. En el fondo de la tuya hay girasoles, una parra, dos sandías.
En el fondo de mi casa hay un chancho, dos jirafas, tres cigarras. En el fondo de la tuya un limonero, dos naranjos, y una paloma.
Debe ser por eso que no funcionó. Por tu paloma.

sábado, 22 de agosto de 2009

Los fenómenos

Los fenómenos. Los que son unos mostros. Los sabiondos. Los que la tienen clara. Los que están de moda. Los que son responsables. Los que siempre cumplen. Los que ejecutan. Los que no les cuesta nada. Los que se preparan. Los que no tienen vergüenza. Los que ya lo sabían. Los que siempre trabajan. Los que escucharon todo. Los que leen siempre. Los que están atentos. Los que siempre están listos. Los que estuvieron ahí cuando había que estar. Los que la pelearon desde el principio. Los que se despertaron más temprano. Los que llegaron en hora. Los respetuosos. Los que ya estudiaron. Los que siempre están concentrados. Los que nunca, nunca sabrán la hermosura que se siente de meter un gol en la hora.

miércoles, 19 de agosto de 2009

De cucarachas

Son las 3:44pm. En tan solo un minuto a Roberto le van a venir unas irrefrenables ganas de ir al baño. Esperemos un minuto. Mientras tanto, les cuento que la historia se desarrolla en una oficina. La oficina se encuentra en un edificio bastante alto. El edificio se encuentra en el centro de la ciudad.
Son las 3:45pm. A Roberto le ruge el estomago. Se levanta de su silla y se dirige al baño. Abre la puerta del mismo pero no avanza. Se queda inmóvil. Comienza a retroceder. Camina de espaldas por el corredor de la oficina. Con cuidado. Con sus brazos hacia atrás, tanteando las paredes para no tropezarse con algún expediente tirado en el suelo.
Roberto continúa así, caminando de espaldas. Con un dolor de estomago ya casi que insoportable y la vista borrosa. Se siente mareado. Llega al escritorio y se sienta frente a la computadora. A la izquierda del teclado distingue unos lentes, se los pone. Ya esto le parece raro; Roberto jamás usó lentes en su vida. Comienza a teclear pero le duelen las manos. Se las observa y nota que tiene los dedos más cortos, dos anillos horrorosos y las uñas pintadas. Se marea. ¿Ataque de pánico? ¿Malestar físico por no hacer sus necesidades? No entiende. Se da cuenta que está sentado en el escritorio de Beatriz. Se asusta. Se para y se da cuenta que lleva puesta la ropa de Beatriz. Entonces; “Qué linda que estas hoy…”. No puede ser. El gordo Morales, el repartidor del correo lo estaba piropeando. “¡Anda a cagar gordo!” le respondió Roberto con una voz sumamente dulce y aguda. El gordo Morales sonríe y sigue su camino. Roberto no lo podía creer. No lo entendía. Se miró las uñas nuevamente: Rojo carmesí. Roberto comenzó a llorar y reír al mismo tiempo mientras corría por el pasillo a toda velocidad rumbo al baño. Se frenó. Las dos puertas frente a él con sus respectivos carteles: Caballeros, decía uno. Damas, el otro. Miró las dos puertas, y entró.

jueves, 13 de agosto de 2009

Nene

Cuando estas concentrado te duelen los ojos. Se te contraen los hombros. Todas las energías puestas ahí. Ahí en lo que está sucediendo. Hay que prestar atención. Estar bien pero bien atento a eso que está sucediendo. Mirar todo todo lo que está pasando sin perderse nada. ¿Qué paso ahí? Preguntame tranquilo que mirá que lo se… lo ví, lo ví. ¿Te perdiste eso que pasó allá? ¡Ahh… yo lo ví! Es que estabas distraído. No te concentraste mucho lo que pasa. Sos medio vagoneta vos lo que pasa. Nunca fuiste de los más aplicaditos. ¿Te das cuenta de eso, no? Porque lo peor es no darse cuenta. Es feo andar por la vida como vos metiendo la pata sin parar, pero peor es no darse cuenta de las cagadas que uno se va mandando. ¡Vos sos como un pato a cada paso una cagada y encima no te das cuenta! Muy fuerte lo tuyo viste… Bah, capaz que no lo viste porque sos medio chicato. ¿O miope? Porque el doctor Gamberra me dijo ayer que son enfermedades diferentes y que no sea cosa que se vayan a confundir y te terminen tratando por la otra que no tenés, y si pasa eso dicen que te quedas ciego y no se cuantas cosas más… Y si te quedas ciego de verdad ahí si que no vas a poder ver las cagadas que te sigas mandando porque en realidad no vas a poder ver nada de nada. Ni las cagadas, ni las buenas, aunque buenas no te van a pasar muchas si sos cieguito porque fijáte que te van a tener que acompañar a todos lados, y vos sabés bien que yo no te puedo acompañar a ningún lado porque trabajo doce horas por día y cuando vuelvo del trabajo vuelvo molida, y además tengo que hacer los mandados para hacer la comida para vos, y lavar los platos que vos ensuciás y que vos usás y que nunca vas a pensar en el otro porque yo ¿qué? ¿yo me rasco acaso? ¡No nene! Yo trabajo diez y seis horas por día como una turra y todo para que? Todo para que vos no te concentres y te olvides de lo que te digo. ¿Te vas a acordar de lo que te estoy diciendo no? No sea cosa que te esté diciendo todo esto al pedo y vos sabés bien, que si hay algo que no me gusta es hablar por hablar. Así que calláte y prestá atención que sino te juro por mi padre que en paz descanse que es la última vez que te traigo al teatro…

Juanes Moreiras

Como sabemos todos, existen varios Juan Moreira. Está el Juan Moreira de carne y hueso, que es medio flaco, bastante alto y simpaticón. Está el Juan Moreira de la novela. A éste, lo cuentan importante, innovador, tan grande que no pasa por la puerta.
Después está el Juan Moreira del circo criollo. Este Juan Moreira solía incluir a la gente en el espectáculo, era muy buen mimo y se burlaba de los milicos. Muy popular y querido era este Juan Moreira.
Después existen muchos otros Juan Moreira. El Moreira recién levantado,el que va al baño, el "Juan" para los amigos, el "Moreira" para los desconocidos, el "juancito" para la mamá, el "Juanchi" para los del Carrasco Polo, en fin... Otros Juan Moreira que complementan y condicionan a los otros Juan Moreira.
Hay Juanes Moreiras que se averguenzan de los otros Juanes Moreiras.
Está el Juan Moreira que le gusta la joda, la noche y el alcohol. Y está el Juan Moreira que disfruta leyendo de tarde y tomando mate.
Hay un Juan Moreira que le gusta figurar y trascender. Y hay otro Juan Moreira que le gusta pasar inadvertido.
Una vez se encontraron dos Juan Moreira y dicen que terminaron a las trompadas. El primero era estudioso, tranquilo y simpático. El segundo vago, borracho y mal humorado. Bien diferentes eran los dos. Opuestos y contradictorios. Pero aunque a ellos no les guste (y hasta algunos se averguenzen), tendrán que aguantarse y aprender a convivir. Porque como bien saben los dos, los dos, son Juan Moreira.

Apuntes de la EMAD. Materia: Literatura

La calidad artística depende de la clasificación de cada época.
Libros que dialogan con sus contemporáneos. Y con las generaciones por venir.
Los mates dialogan con el termo. Intercambiando fluidos. En la mateada hay uno que ceba y otro que lo toma. Uno que da y otro que recibe.
Hay quienes pueden decir que lo artístico esta desligado de lo histórico.
Que está más elevado sobre las pequeñeces mundanas y no atiende ni responde a su contexto social y temporal.
"No leer a Borges en el IPA en los años 80 era de ignorante". El artista y su obra. ¿Se pueden desligar? ¿Ver por separado? ¿Tom por un lado y Jerry por otro? Uno hace lo que es, diría Levón.
Tamar es violada. "Por algo será..." dijo uno. "Algo habrá hecho..." dice otro.
Si están vestidas iguales; ¿será un 2por1 o pura casualidad?
"No creo en las totalizaciones". Soy más de Astori dijo ella. Astoristotélica.
"El otro lo que tiene que es muy loco suelto".
Son concepciones. No todos vimos la última versión de "Bodas de sangre" de la misma manera. A ella le gustó y a la otra mucho más. Y la otra es un cuarteto vocal. Y una de esas cuatro es profesora de canto en esta institución y no vio la última versión de "Bodas de sangre". ¿Y vos cómo sabes? ¿Le preguntaste? No.
"Amón resucitó en forma de Jesús". Se parece a Jesús pero con lentes.
"Que jarana que hay ahí en el fondo".
"Muy bien de crítica pero no fue nadie a verla..."
De las mejores críticas. No del valor, sino de la información y concepto teatral.
"No quiero hablar mal de los fallecidos".
"Tu no entras porque estás desequilibrada".
"Habla bien usted chepe eh..."

Muy pero muy breve ensayo: Sobre la influencia

Si. Nos vamos a ver y nos vemos influidos todo el tiempo. Nos vemos influidos por La Zaranda, Tim Burton, Fernando Arrabal, Levón y por Hugo Millán.
Nos influyen y esto significa que nos modifican, nos transforman, nos forman.
Nos influyen y no esta mal que así sea. Es bueno ser conscientes de aquello que nos influye. Es bueno ser conscientes.
El tomar consciencia de lo que nos gusta, o de lo que no, de lo que nos aburre, de lo que nos interesa, o de lo que no, nos sirve para formar un gusto propio. Nos ayuda a formar un gusto estético, un gusto musical, o un gusto por una forma determinada de hacer teatro.
Como todos, somos hijos del tiempo que nos tocó nacer, y en él vivimos, miramos, puteamos, reímos.
Somos individuos de una sociedad determinada, y como tales, todo lo que nos rodea nos afecta, nos modifica, todo nos influye.
Creo que vamos por buen camino si nuestra pretensión es tomar conciencia de lo que nos influye, simplemente para conocernos, entendernos, para formarnos. Y así dentro de un tiempo (cercano o no tanto), poder crear nuestro propio camino en este mundo de "lo teatral". Sin copiar a Grotowski ni queriendo ser como La Zaranda. Pero el querer pensar que no nos influyen, es solo una pequeña treta de nuestro ego.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Yo ahí

Yo ahí. Siempre ahí.
No soy feo pero nunca fui un ganador.
Jugando al basquetbol no era un base goleador. Pero daba buenos pases.
Yo ahí. Siempre ahí.
Soy como un Drexler antes del Oscar. En realidad, si yo fuera un Drexler ni siquiera sería Jorge. Sería el hermano menor de Jorge que también es músico pero que nadie conoce. A propósito, se llama Daniel y no es ni la mitad de bueno de lo que es Jorge. Aunque hay muchos perdedores que se dignan a compararlos, yo se que estan equivocados. Yo acá los comparo porque igual no tengo nada que perder. Porque justamente soy un perdedor igual a todos esos que andan comparando a los Drexlerers porque no tienen nada mejor que hacer. Y yo tampoco tengo nada que hacer. Igual, aunque tampoco tenga nada que hacer, no quiero seguir comparándome con Daniel Drexlererersss que ese sí que es un perdedor.
Yo ahí. Siempre ahí.
No se jugar al futbol, pero no soy un tronco.
No soy un lumpen pero tampoco un intelectual. Tengo buen oído pero no se cantar. ¡¡¡Aro aro aro!!! ¡Pare la escritura! Que acá quiero quebrar una lanza por mí, y decir que eso de que tengo buen oído no lo digo yo… No señor, lo dice Sarita Sabah loco, que esa si que es una fe-no-me-na y no una perdedora como Damián Drexlerer que ese si que es un perdedor.
Yo ahí. Siempre ahí.
Salgo en una murga tocando el redoblante y me gustaría cantar. No se bailar, pero unos pasos te tiro...
Yo ahí. Siempre ahí.
Tengo miedos tan bobos que no valen la pena de ser contados. Ni miedo al hambre ni miedo a la muerte. Inseguridades mediocres nomás…
Yo ahí. Siempre ahí.
Y ahora acá cuando me gustaría estar ahí.
Yo ahí. Siempre ahí.
Eso si, al ping-pong juego bien. De hecho, juego muy bien. Por ahí… Quien te dice…

martes, 11 de agosto de 2009

De mal americano

Sintiéndome el más europeo en mi propia América. Olor a tierra húmeda. Negra fértil. Brisa fresca en la cara para despavilarse y darse cuenta. Clima Sub-tropical. Semi-selvático. Agua fuerte y clara que corre río abajo. Apurada para ser bebida por árboles y flores, pájaros y llamas. Las ruinas que desmoronan nuestras estructuras al verlas. A derrumbar prejuicios traídos por la ignorancia y por la iglesia católica. O por la ignorancia de la iglesia católica. Y su moral cristiana. Sentirme impotente ante tanta inmensidad. Con nostalgia de tiempos en los que no viví. Con cariño hacia personas que no conocí. Bronca y rabia hacia algunos, y ternura y amor hacia otros.
Alegría y culpa de ser un privilegiado. Privilegiado de estar ahí. Con la tierra húmeda, la furiosa agua, las hojas de coca, con los que viven ahí.
Admiración a todo aquel que pueda gritarle a la noche que es americano en cuerpo y alma. De nacimiento y hasta la muerte. Que es americano por su forma de vivir y su forma de amar.
Gran admiración a esta América profunda y maltrecha. Dueña de una belleza inigualable. Ella, nadie más que ella es dueña de esa belleza. Brisa fresca. Vientos de cambio. Belleza que aflora. Hierba mala que si muere. Hay que arrancarla de raíz. Montañas de gente. Gente que mueve montañas. Bien arriba de la montaña esta el cóndor. El águila, nunca. Es el cóndor que se acuerda como surgió la montaña y el río. Es el cóndor el animal de esta tierra y esta tierra es del cóndor. Del águila, nunca.
Y yo sintiéndome el más europeo, en mi propia América.

domingo, 9 de agosto de 2009

"el darse cuenta"

Hay que aceptarlo. Debemos darnos cuenta y vivir con esto. Hay afectos que surgen de la nada. Que aparecen como de la nada. Y van a seguir apareciendo, (apuesto plata, y eso que nunca aposté en mi vida ni una figurita). Personas nuevas, de lugares cotidianos o de otros países. También se nos despiertan sensaciones nuevas por personas viejas. Ojo que con esto no me refiero a las edades. Se nos van a ir apagando sentimientos por personas antes muy queridas. Así como todo, como la vida misma, va mutando. Va transformándose. ¡Pero qué descubrimiento el de este flaco, dirá usted! No. Por supuesto que no... Esto no es nuevo ni lo descubro yo. Simplemente que cuando uno, a su propia manera, descubre, vivencia, entiende algo; se asombra. Se asombra, asusta, maravilla, o le pasa algo. Lo que sea, pero algo le pasa. Algo te tiene que pasar viejo, sino sos un robot. Un pecho frío. Un Paul Pierce. ¿Que mirás? ¿Te pasa algo? Ah! Menos mal, entonces sigo escribiendo... ¿Y a mí que me importa que todos ya sepan que Zitarrosa es un genio? Si yo nunca lo había escuchado. Este enero cuando realmente empecé a escucharlo, me quería matar de lo gil que fui en no haberle prestado atención mucho antes. Pero no importa eso en realidad. La cosa es que yo lo descubrí. No lo conocía y apareció en mi vida, mundo, llamále como quieras... Lo que a veces asusta es el darse cuenta. El descubrir los hechos y las cosas por uno mismo. Creo que todo va por ahí, no? El razonamiento simplón que estoy haciendo no está tan equivocado, no? Y bueno, a veces uno se asusta, no entiende por donde viene la mano. ¿Cómo puede ser que nos pasen estas cosas? Porque es claro que uno va cambiando, va mutando. Lo que quiero decir es que aunque uno mismo vaya cambiando, el tema esta en las circunstancias. En las "circunstancias dadas", diría Stanislavski. En como mira uno a los demás. En que le significan los demás en un momento histórico determinado. En una situación determinada. En lo que uno necesita de la vida y de las demás personas en ESE momento. Subrayo ESE, (más bien lo pongo en mayúscula), porque yo ni vos somos los mismos ahora, hoy, que hace diez años. Hace diez años vos te enamorabas de la música y yo estaba todavía en la escuela. Lo que uno necesita en la vida, no lo sabe. No me preguntes porque pero es así. Podes sospechar, pero no saberlo. Esto es inconsciente, por supuesto. Vos podes ir por ahí buscando conscientemente donde venden zapallitos para hacerte una torta de puerro, pero no vas consciente por la vida buscando una petiza que guste de ir a cinemateca, estudie danza, y haga ricas las milanesas. Tampoco vas con un cartel en la frente que diga; busco una morocha de metro setenta y dos, labios carnosos y pechos prominentes. Ahí, el inconsciente serías vos. Además esa mina se llama Angelina, vive en Los Ángeles y esta con un pibe mucho más fachero que vos. Se te da, o no se te da. Lo encontrás o no. Pero lo asustadizo es que capáz que la tenías al lado y no te habías dado cuenta. En realidad si tenías al lado una morocha de metro setenta y dos de labios carnosos y pechos prominentes y no te habías dado cuenta sos un nabo bárbaro, perdonáme que te lo diga... Pero ta, puede pasar igual, no? A mi me pasó, así que te entiendo . Y también puede pasar que personas que antes veías más seguido, que te querían (o te siguen queriendo) por las circunstancias de la vida, por las distancias, el tiempo, o vaya uno a saber por que, se nos van alejando. Pero ta, puede pasar, no? A mi me pasó, así que te entiendo...

viernes, 7 de agosto de 2009

La llamada

Suena el teléfono. Lo lógico, atiendo. Es una muchacha. Dice que se llama Ana Molinari. De la funeraria Martinelli, para ofrecerme sus servicios dice. Me asusté, ¡lo tengo que confesar que me asusté!
¿Qué quiere decir esta jovenzuela? ¿¿¿Necesitar de sus servicios??? Una persona joven como yo, buen mozo, atlético, audaz, valiente, ¿precisar de sus servicios? ¿¿¿No se da cuenta por mi voz que tengo 22 años???
¿Será que voy a necesitar de sus servicios y no me enteré? ¿Será que me esta avisando el pae? ¿Será que la señora de capucha me quiere llevar de paseo un ratito? ¿El barquero tiene ganas de llevar a pasear mi alma por el resto de la eternidad y no me enteré?
¡A la flauta! Ta, voy a ir al almacén a comprarme unos litros de vino, así si viene la parca la confundo con mi vecina, y le empiezo a tirar guiñadas y tratar de darle unos besitos en el cuello.
Pero en realidad no tengo de que temer. Si soy joven... no se me ha detectado ningún tipo de cáncer y ya me salió la muela del juicio... a ver, razonemos juntos, ¿qué me podría pasar? ¡Nada! Absolutamente nada.
En realidad, si hago un pequeño esfuerzo mental, no es difícil darse cuenta que a uno, tenga la edad que tenga, le puede pasar cualquier cosa; un paro cardíaco, un ataque irreversible de asma al polvo de la computadora, un sicópata que sale del ropero, la garrafa de gas que explota sin aviso, o morir asfixiado por una perdida de gas de la misma, o…
Bueno… ¡ejémm! Esteeee… mejor los voy dejando por acá que tengo que llamar a una amiga. Ana se llama, pero no creo que la conozcan…

Negrita

Reíte negrita. Reíte y sabe que te quieren.
Reíte porque estas sola. Porque nadie más que vos te va a cuidar.
Reíte porque te tenés a vos y a nadie más que a vos.
Reíte porque de mientras que te das cuenta que estas sola, acá estoy para cuidarte.

Roberto Sánchez

Cuarto a media luz. Una estufa prendida. Al cuerpo tirado en el piso le sale sangre por la nariz. También por detrás de la oreja. Se ha pegado un tiro en la sien.
Esto ocurrió un sábado por la madrugada. Era Roberto Sánchez.
Sin ganas de vivir, eso era obvio. Pero, ¿por qué? ¿Qué ocurrió que lo motivo a quitarse la vida de esta manera?
Aquí empieza el misterio. Y nuestra historia…
El tipo era tranquilo, amable. El viernes por la mañana había dejado a su hija en la escuela pública número 187, ubicada en Francisco solano lópez y Ellauri. Luego, se había detenido en un bar de buena fama a beber su café. Digo su café porque era de costumbre en él beber este café en ese bar. Su café matinal podría yo decirles también. Su café de costumbre. Su café.
A las 9:43am Roberto se retira del bar y sube a su coche. Prende la radio. No sabemos que emisora escucha, o si introduce un CD, pero sabemos que algo escucha mientras conduce por la rambla rumbo a su trabajo. Digo su trabajo porque era de costumbre en él trabajar en ese lugar. Su trabajo usual. Su trabajo diario. Su trabajo.
Al entrar en el edificio Roberto sale del ascensor y se dirige a su escritorio. Digo su escritorio porque era de costumbre en él sentarse en ese escritorio. Su escritorio matinal, de costumbre. Su escritorio diario. Su escritorio.
Enciende la computadora y entra a una página de Internet. No sabemos bien a cual. Pero sabemos que entra a una página. De noticias, de economía, de fútbol o de mujeres desnudas… Pero a una página entra.
Así prosigue su día, todos los días, hasta las seis o siete de la tarde dependiendo de la cantidad de trabajo. Y así ese día como todos los otros días de su vida.
Roberto tiene 34 años. Vive solo. Tiene una hija a la cual ama más que a nada en el mundo. Roberto gusta mucho de la música de Bach y de la lectura en general.
Roberto se pegó un tiro en la sien ese Sábado a las 2:24am.

Cara larga

Sos como una luz apagándose. No se porque. Tengo mis sospechas, pero todavía no lo se.
Todo entreverado y cansador. Complicado.
No es risa ni disfrutar de la primavera. Es todo una mierda. Todo ganas de dormir y leer. Todo lo que pasa esta mal. Todo.
Pero no sos el único. Pensás que si, pero no lo sos. Hay muchos que ya escribieron de tu dolor. Se hicieron canciones enteras sobre tus problemas.
Algunos ya los solucionaron y al mirar atrás, se sintieron idiotas. Otros simplemente no pudieron y nunca podrán.
Pero ya todos la pasaron como la estas pasando vos. No te das cuenta que solo sos uno de los tantos malos humores que hay por ahí y por acá.
Y entonces, ¿qué? Despertar, caminar de ida, caminar de vuelta.
Sabes que hay gente enfrente que la está pasando mal de verdad. Peor que vos. Te sentís un gil. Pero igual no podes evitar sentirte el peor de todos los peores…
Y mientras tanto se ríen.
El que se tenga que reír, se te ríe.
Vos seguís de cara larga y haciéndote mala sangre, mientras los demás se te ríen.

jueves, 6 de agosto de 2009

De por ahí

¿Y qué me importa sentir frío si lo importante es llegar? A paso rápido para llegar cuanto antes. A un lugar calentito, donde tengo comida, una milanesa, un pan o papas con carne, un ensopado, nada frío todo caliente.
Llevo de escudo una campera abrigada estilo polar, atenti y ojo que es estilo polar no una campera cualquiera que anda con frío y hambre por ahí, es una distinguida y refinada estilo polar. Un pantalón, también un calzoncillo, medias y unos championes en la lona, digo de lona, y una remera y me cago en la puta madre por pisar el agua que ahora quedo todo mojado…
Por eso digo que acá lo importante no es el viaje, el frío ni el viento. Lo importante es llegar.
Sigo caminando a pie mojado y paso cansado por el centro de la cuestión. No sé si es el centro de la ciudad pero si sé que es el centro de la cuestión, de la cuestión que estoy yo. Están mis amigos los viejos, las putas, los niños, todos, todos están por acá en el centro de la cuestión. Están todos y todas y hay de todo para todos los gustos, hay pasto, hojas caídas, autos, basura, frío viento y zapatos mojados y todo, todo.
Y en estos viajes me pasa de todo, siempre piso algún sorete, siempre casi muero pisado por algún auto, siempre veo chiquilinas lindas de pollera de liceos, siempre piso agua y me mojo los pies y me entra más frío y la puta madre y siempre me termino emborrachando por ahí…
Siempre se consigue por ahí alguna moneda para emborracharse por ahí. Acomodando autos o alguna otra cosa pero generalmente pidiendo. Pidiendo se hacen monedas. Se consiguen las monedas. Acá no consigue el que no quiere conseguir o el que no precisa porque ya tiene. Porque para conseguir monedas es cantando y gritando. Se grita con la garganta mal herida y con el dolor de ya no ser. O de no haber sido nunca yo que se…
Si no hubiera conocido lo bueno, no andaría triste por ahí deambulando. Es como el perro que toda la vida la pasa en un patio de mierda de dos por un metro y nunca vio la playa ni un parque ni nunca tomo un vino ni nada. Y no quiero pensar más en todo lo que podría haber llegado a ser. Como por ejemplo: “Señoras y señoritas… Hoy se presenta en este teatro, el mejor de los mejores directores murgueros que existió jamás… acompañado por todos sus amigos que ya no tiene y ni puta idea de por donde andarán… el inigualable músico con buen oído, el maravilloso padre de dos nenas y un varoncito, el escritor fenomenal, el galán rompecorazones, el campeón mundial de ping-pong… aquí damas y damiselas se presenta el súper actor imbécil y transeúnte de pie mojado y con mucha hambre…” jajá que idiota que soy… Como gasto en pensar como debe ser tener siempre plata para el vino, tener una familia, un lugar calentito para comer ensopado. Como gasto el tiempo pensando cómo se sentiría en tener un lugar propio a donde llegar para que lo verdaderamente importante no sea el llegar, sino el viaje.

El trono

Desde su trono, hace todo lo que se le da la gana. Sentada en el come, lee, bosteza y recuerda. Es desde su trono que fuma y ríe, que duerme y sueña…
Por teléfono, se comunica con todos los que quiere. O con el primero que encuentra. Habla con todos sus hijos y con todos sus nietos. Con los que tiene bien cerca y con los que no tanto. Es por teléfono que ordena y que pregunta, que ríe y grita, que se enoja y alegra.
Pícara. Sensible. Enojona. Gran conocedora del tenis mundial y Maestra, en el arte de criticar a los que juegan. Lectora voraz y de voraz apetito. Tiempo de sobra. Sobra cariño. Sabe tropezarse de vez en cuando, pero mejor sabe cuando uno anda tropezado. Sabe gritarme en el oído y llorarse en silencio.
Ya no existen los lunes ni conoce los domingos. Cualquier día le da igual. Comienza sus actividades bien temprano en la mañana cuando se levanta, va al baño, riega las plantas, abre los postigones… Esfuerzo sobrehumano es llegar a la cocina. Y ni hablemos de volver al living... Pero por suerte la recompensa es bien paga en vasos de jugo Light y galletitas con dulce. A paso lento pero inseguro llega al living para desayunar con Marlon Brando o Robert Redford mientras se abriga en los días de invierno, o se desnuda en los de verano...
Y así pasa los días desde su sillón, su trono, rezando para que gane el suizo porque suizo era su abuelo, despotricando contra la iglesia católica y contra los gringos, riendo y queriendo a todos y queriendo no estar tan sola.
Así pasa los días la abuela gorda. La abuela linda. La abuela invierno. La abuela.

Él era gordo y con granos en la frente

Él era gordo y con granos en la frente. Ella era bizca y tenía feos dientes.
-¿Soy bonita? Preguntaba ella.
-¿Soy bonito? Preguntaba él.
- ¡Pero claro que te reee quiero mi amor! Le contestaba ella.
- Si, yo también te re quiero, pero te estoy preguntando si te gusto, no si me querés… Porque la verdad que desde mi etapa en la escuela, que cuando yo saltaba en clase de gimnasia y todos mis compañeros gritaban; “¡¡¡ Terremootoooo!!!”, no me quedé muy bien de autoestima, y ta, capaz que por eso, y sumado a mis apodos en el liceo, necesito una confirmación de tu parte de que yo te gusto y de que…
- Para, para, ¿y como era que te decían en el liceo? Contame de vuelta, daaaale porfi que me re divierte…
- ¿¿¿Me estas jodiendo???
- ¡Dale si me re divierte eso mi amorchu!
- El bola, pez globo, el gordura, el gordo, gordo a secas, ballenato…
- Ja ja ja ¡Hay mi amor sos tan gracioso!
- Bueno basta, ¿¿¿pero te gusto yo al final o qué???
- Pero claro gordito, como no me vas a gustar. Todo grandote así para abrazar, todo abrazable sos, me da una ternura...
- Si ta, buenísimo… ternura te provoco, pero algo sexual ni ahí…
- Huuu bueno… que pesado que sos…
- Y si, peso ciento veintidós kilos que le voy a hacer…
- ¿Comer menos pan? Si igual acá la insegura soy yo, ¿vos que te preocupas? Por solidaridad te preocupas vos, porque acá la de dientes torcidos soy yo.
- Ejémyojostorcidosejém!…
- ¿Seguís con tos?
- Es el invierno.
- Bueno ¿pero soy bonita?
- Pero mi amor, ¡obvio que sos recontra bonita! Ya te lo dije mil veces. Me encantas, vos, tus ojos, tu boca, toda toda me gustas…
Esto era verdad.
-Pero, así bizca y todo, ¿Te gusto igual? ¿En serio?
-Pero obviamente mi bizcochuelita preferida de mi corazón… si es como una habilidad que seas bizca, es como un poder de Harry Potter de poder mirar dos cosas al mismo tiempo! Podes leer y mirar la tele simultaneamente, o leer dos cosas al mismo tiempo, o mirar una peli y comer con cubiertos al mismo tiempo, o… bueno, en realidad no me gusta nada que seas bizca, porque hay veces que me miras a mi y al mismo tiempo de cotelete, así como quien no quiere la cosa miras a otro tipo…
- Pero mi ballenatito preferido, si vos sabes bien que mi ojo fuerte es el izquierdo… Y que a vos siempre te miro con el izquierdo. ¡Si con el derecho veo todo borroso!
- Ta pero igual, ¿yo como se en verdad que es el izquierdo el ojo con el que ves bien, y no el derecho?
- Y bueno, ¿confiando en mi no es suficiente?
Ella tenía un buen argumento.

El Superhombre

Lo que le ponían adelante el tipo bancaba. Podían ser tres, cuatro o hasta cinco problemas a la vez. El hombre invencible. El superhombre. El genio y figura. Todo bien, no hay dolor loco, no hay lío. No hay problema, decía. En realidad habían tres, cuatro o hasta cinco de estos al mismo tiempo, pero el decía que no había ninguno.
No era musculoso. No tenía el máximo coeficiente intelectual ni un revólver. Pero el tipo se la bancaba. Medio a los ponchazos, a manotazos de ahogado, a como fuera, pero él la iba llevando. ¡Pero que bien! Pensará usted. No no, le diré yo. No es para que se asombre. No es para que digamos pá que salado este tipo que va por la vida enfrentándose a más de un problema a la vez… Pero ta, un poquito de respeto igual no viene mal. ¿No? No se… capaz no es respeto, pero si estimarlo un poquito. Tampoco decir que es un gil de cuarta, que no vale dos pesos, que por el no das ni un mango doblado. Tampoco digas tres tristes tigres comen trigo en un trigal porque es una frase complicada y además no quiere decir nada. Es solo un trabalenguas. Y eso me hace acordar a uno de los cinco problemas que tenía el tipo este. No era con los trabalenguas, era con los trabas... Pero esa es otra historia y no nos queremos meter en detalles. Porque al fin y al cabo este es un pobre tipo, un gil de cuarta por el que no das dos pesos. Así que mejor dejarlo tranquilo con sus tres, cuatro, o cinco problemas y que el siga creyendo que es el hombre invencible. El superhombre. El genio y figura. Porque igual, a fin de cuentas todo es cuestión de cabeza, todo es cuestión de creerse o no.

jueves, 26 de marzo de 2009

Vida de perros

¡No hay nada mejor que la vida que tengo yo! Los días se suceden unos a otros ante mí y para mí… Hago lo que quiero y cuando quiero. A mis tiempos, voy a donde quiero cuando se me da la gana, sin preguntar ni dar explicaciones a nadie. No tengo amo a quien obedecerle, ni correa que me ate.
Ahora no tengo nada que envidiarle a los pájaros, y los gatos del barrio ya no se burlan de mi… Eso era antes, cuando vivía en el fondo de ese almacén. Cuando todos los perros de la cuadra me ladraban fuerte y feo por creerse de una raza superior. Pero eso era antes.
Lo cierto es que a fuerza de patadas y agua caliente fui echado de ese lugar y ahora soy libre. Libre. Ya no hay lugar en mi memoria para ese sucio callejón donde nací, para el odioso almacén, ni para esos gallegos de cara triste y olor a mugre. Sólo hay tiempo para pensar en cómo conseguir la próxima comida y en buscar un nuevo lugar para dormir. Pero con esto no quiero que piensen que me estoy quejando. Es el modo de vida que elegí y el que me hace feliz.
Con esta vida de perro callejero he recorrido y conocido infinidad de lugares. Varias ciudades, muchos barrios y más casas.
En algunas ciudades me supe perder sin dificultad. Y en otras, me costó muchísimo encontrarme. En todas he perdido afectos y pelos, en todas marqué territorio y perseguí bicicletas, pero siempre supe dejar en forma de despedida, un aullido a la luna desde alguna esquina obscura…
Si dicen que los marineros tienen una novia en cada puerto, yo tengo una perra en cada barrio. No es por hacerme el Grandanés pero es la verdad. En Malvín por ejemplo, hay una que me exige que me bañe en alguna fuente antes de ir a verla. También me pide siempre que le cante y por más que trato de explicarle, no se da cuenta que soy un perro cantando. En Brazo Oriental, tengo otra que no me exige nada y me da todo. Bien distintas son las dos, pero ambas, a su manera única y singular, me quieren, y eso para un perro flaco y vagabundo como yo, es más que suficiente…
Supe tener muchos hogares. En el último, era todos los días lo mismo. Me despertaba a las siete y media y me quedaba en la cucha hasta las ocho. Cuando me picaban las ganas (o las pulgas), tranquilamente me dirigía a la cocina para desayunar mis pastillas con forma de pelotitas. Siempre las mismas pastillas con forma de pelotitas. Iba al pote de agua y entonces, (como se podrá predecir), tomaba agua. Luego iba al living y ahí me tiraba en la alfombra al lado de la estufa en invierno o de la ventana en verano. Y así me quedaba… horas y horas descansando, durmiendo siestas, mirándola tejer, mirando pasar las horas, los días, los meses…
No sufría de frío ni de hambre, y tampoco de falta de compañía pero ahí, ahí estaba el problema. En la rutina. En la cotidianeidad y la falta de emociones. Nunca más perseguir gatos. No más corridas escapando de la perrera. Ni un solo paseo más en las noches frescas de verano. Ni una siesta más en el parque.
Creo que ahí está el problema, en querer más que nada a esa sencilla libertad para ir por los barrios meando árboles, husmeando la basura, ladrándole a las palomas… No se, esas estúpidas cosas que lo hacen sentirse un poquito más vivo a uno, que es un pobre perro flaco, en esta vida de humanos.

viernes, 6 de marzo de 2009

Las criaturas

Soy de las pocas personas que fuí atacado más de una vez y sobreviví. Una experiencia realmente traumática y dolorosa, pero por suerte logré superarla. Vivir para contarlo que le dicen.
El hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra más de una vez. Y mi caso, no es la excepción…
No puedo mentir y decirles que salí ileso de estos ataques. Fuí brutalmente engañado y embaucado, atrapado y fascinado por la belleza superficial de este animal. Me vi avanzado velozmente hasta perder la conciencia, y solo cuando pude recobrar algo de mis fuerzas con el paso del tiempo, escapé.
No guardo rencor hacia estas fieras, pero si un gran temor. Horror me provoca el solo hecho de pensar de verme envuelto en un ataque de este tipo nuevamente…
Pero mi historia es aburrida y no tiene nada de espectacular. No perdí ninguna pierna ni me comieron un brazo. Ningún auto salió disparado por los aires prendido fuego, ni ningún asesino serial descuartiza gente sin razón. Por eso no la voy a contar, y me dedicaré a hablarles de esta especie maligna, que es bien real y actual, y no surge de las películas norteamericanas.
Podría comenzar comentándoles de la existencia de los manuales básicos de protección para el hombre, que pueden encontrarse en cualquier biblioteca y los venden hasta en las librerías de menor prestigio.
En estos pequeños libros de ayuda al lector, pueden encontrarse precauciones que uno debe tomar ante este bicho, como información de donde pueden encontrarse, cuales son los métodos que utiliza para atacar, y que hacer en caso de que sea demasiado tarde...
No tendría sentido explicarles todos los puntos que contienen estos típicos manuales, ya que muy facilmente pueden adquirirlos, pero a continuación quiero mencionar los más importantes:
-Es fundamental saber que estos animales no tienen piedad.
-Es un animal calculador. Frío. Meticuloso en su accionar.
-Cuando un animal de este tipo se decide a atacar, nada lo detendrá. Tal vez, desde el momento que se decide a atacarnos, ya selló nuestra muerte.
-Tener presente que es un animal que ataca también psicológicamente. Tiene el poder de engañar, hipnotizar, embobar, dejar atrapado a la victima durante todo el tiempo que considere necesario para la degradación y desintegración del hombre.
-El 90% de los hombres atacados, sufren heridas graves. El 10% restante, muere.
-8 de cada 10 de estos animales son venenozos.
-Al igual que los camaleones, es un animal con la capacidad de camuflarse. Esto le permite acercarse sin que nos demos cuenta y de aparecer en los lugares más dispares como por ejemplo; en la calle, lugares bailables, en un lugar de estudio o hasta dentro de nuestra cama.
Y así siguen estos manuales que tanto les recomiendo, páginas y páginas de consejos, advertencias, o datos de interés para el hombre desprevenido.
Como pudimos ver, estos animales son igual de peligrosos que de atractivos… Es por esta condición que logran enamorar a todo aquel que se lo propongan, y de esta manera, atraparlos a su placer.
Seres terribles y espectaculares. Maravillosos y despiadados. Después no digan que no se los advertí…

miércoles, 4 de marzo de 2009

Las tetas

Como sabemos todos, existen todo tipo de tetas. Hay tetas gordas y tetas más flacas. Hay tetas más suaves y otras más duras. Hay tetas que usan lentes, tetas morochas, rubias, pelirrojas, tetas bajitas, tetas malhumoradas y tetas más simpáticas. Hay tetas abogadas y tetas enfermeras. Pero las tetas de esta historia, tenían rulos y no usaban soutien.
Él estaba en el cuarto de las tetas ese martes a las ocho. Después de un día largo de estudio y trabajo no había nada mejor que charlar con estas tetas que tan amigas eran de él.
Era de esos días de buen humor y de calor. Él le comentaba de su día; que había ido a estudiar, que se le había pinchado la bici, que había llegado muerto de cansado a su casa y encima no había nada para comer y otros pormenores cotidianos pero ellas parecían no escuchar. Estaban paraditas y duras como mirándolo fijo… Que raro pensó él… Si estas tetas no fueran amigas de hace tanto tiempo pensaría que me están mirando de otra manera, que me miran raro…
Trató de desviar la mirada de las tetas pero no podía. Ellas eran como dos focos de camioneta y él una liebre en la ruta sin poder mirar para otro lado…
Ahora eran las tetas las que hablaban sin parar y él el que parecía no escuchar. Era como un juego. Un serio. Donde el primero que se distrae, pierde.
Ellas le explicaban muy concentradas pero él solo escuchaba palabras aisladas como “almacén”, “calor”, “inflador” y “profesor”. Que raro pensaba él, juraría que me hicieron una guiñada… No no, no puede ser, son ellas, las tetas de siempre, mis amigas. ¿Están más grandes? ¿Por qué están como mojadas? Que idiota que soy, es la musculosa sin soutien que les da ese efecto y además es sudor, si hace calor…
Cuando su cabeza empezaba a maquinar las ideas más disparatadas, ellas se dieron vuelta y lo dejaron de mirar… “Voy al baño” dijeron. Menos mal, parecía que se lo hicieran a propósito eso de mirarlo fijo y sin soutien. ¿Cómo podía ser que lo miraran diferente de un día para otro? El, toda la vida había podido charlar lo más tranquilo con ellas como el mejor de los amigos que era… Pero hoy, ellas lo miraron diferente.
Aprovechó que se habían ido al baño para distraerse. Miró las cosas que estaban en el cuarto de las tetas… muchos libros de filosofía, algunos de ciencia ficción, un colchón en el piso que oficiaba de cama, una tele chiquita a blanco y negro, muchos cds de música… Agarró uno y lo puso en el equipo de audio. Como demoran pensó… Empezó a sonar Luzbelito de los Redondos. ¿Por qué están demorando tanto? Agarró un libro por curiosidad. Era Cuentos de Amor Locura y Muerte. ¿Por qué se demoran tanto? Lo abrió para ojear sus primeras páginas y sonó la puerta del baño... Y ahí salieron las dos piernas, de shortcito y depiladas, a paso firme y decidido para sentarse junto a él…

jueves, 12 de febrero de 2009

La espera

Duele la espera. Duele la incertidumbre. Los días duelen.
Mejor, a no pensar. A mirar la tele. A no leer. A dormir la siesta en calzoncillos que hace calor. A mojarse la cara para despavilarse.
Despavilarse del letargo. Del no pensar.
Del mirar la tele. De la calurosa siesta en calzoncillos.
Despavilarse para que duela menos la espera. La incertidumbre. Los días en los que no estas.

De tildes

Cantá en una murga. Leete un buen libro. Laváte los dientes. Tocá el redoblante.
Andá pal laburo. Y desenbobate. Tocá la guitarra. Mirá pa delante.
No entres de nuevo. Que ya lo chequeaste. Son 14 horas. Y no hay con que darle.
Mirá que es porfiado. ¿Qué son las distancias? Son 14 horas. No seas pesado.
Si me voy de tarde. Llego de mañana. Son 14 horas. Y no hay con que darle.
Cantá en una murga. Estudiá teatro. Tocá el redoblante. Mirá pa delante.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La más linda

2009

Córdoba


Dice que es la ciudad más linda que vio en su vida. Eso dice él. Esta tan cegado que hasta las palomas le gustan de esta ciudad... Y él, odia las palomas. En Montevideo son ratas con alas. Acá, son más limpias y tienen un lindo vuelo.
-"No cagan tanto como creía y si te fijas bien quedan lindas en el sombrero de Bolívar ahí en el monumento...no?"
Es la ciudad más linda que vio en su vida dice... Le gusta todo de ella. La calle Rondeau, la plaza España, la Ciudad de las Artes, que sea tan simpática, que tenga los ojos que tiene, como besa, como abraza, en fin... Le gusta todo de ella dice él...
-"¡Si no demoran tantos los bondis ché!" Dice después de esperar al E5 por mas de 50 minutos...
-"Además tiene un clima seco... ¡Eso para personas con asma como vos es ideal eh! ¿El Che no se vino a vivir para acá por eso? Y... pensálo... yo que vos lo pensaría eh..."
Dice que es la ciudad más linda que vio en su vida y que le gustaría poder volver para verla todos los días... Pero que si no vuelve, por plata, por tiempo, por las vueltas de la vida... va a ser uno de los recuerdos más lindos que vivió en su vida y que eso, nadie se lo puede sacar...
Aunque sea un hasta nunca, estamos en la ciudad del que dijo hasta siempre. O le dijeron a él.
Dice que menos mal que no tiene cámara de fotos, porque Montevideo se pondría muy celosa... Además, así es mejor porque se la guarda solo para él en su memoria. A la ciudad clara. Digo... claro.
Dice que es la ciudad más linda que vio en su vida. Pero eso dice él... Y él es medio exagerado a veces... A veces.

viernes, 6 de febrero de 2009

Un niño como cualquier otro

2009

Alta Gracia


El niño en cuestión, hijo mayor de familia aristocrática era un niño como cualquier otro en la ciudad de Alta Gracia. Leía lo mismo que leían sus amigos; Julio Verne, Mark Twain, El príncipe valiente, Robin Hood... Jugaba a lo mismo que jugaban sus amigos; Al fútbol, al rugby, a los vaqueros y los indios... Sacaba en la escuela las mismas notas que sacaban sus amigos, y tiraba más papeles que los que tiraban sus amigos…
En fin, era un niño como cualquier otro de los que vivían en Alta Gracia.
Si era diferente, lo era en pequeñas cosas; en su hambre de aprender, en su cualidad de gran lector, por su sincera solidaridad, por ser asmático...
Cuando el asma atacaba fuerte, él apoyaba sus coditos sobre la mesa, uno a cada lado del libro de turno y respirando hondo, trataba de aguantar la atacada.
Si salía de merendar de su casa comiendo el último pedazo de pan, lo compartía con el primer amigo que se cruzara en la cuadra. Y si se encontraba con dos, le daba la mitad a cada uno mintiendo que él estaba lleno.
Como cualquier otro niño de la ciudad de Alta Gracia era Ernestito.
Después viene lo que ya conocemos... Los viajes por América y la poderosa. Fidel y la revolución. Cuba y el Congo. Bolivia y La Higuera.
Un niño como cualquier otro era en la ciudad de Alta Gracia. En Alta Gracia...

miércoles, 4 de febrero de 2009

Que en un mes

Que en un mes se enamoró más de seis veces le decían los amigos. Bolivianas o Argentinas. Peruanas u Holandesas. Rubias o morochas. Él, se enamoraba igual…
-“¿No sos muy selectivo vos no?” Le decían para pelearlo.
Si se enamoraba de verdad o no, nadie lo sabe. Y él, menos que todos.
Si era amor o entusiasmo es lo de menos. Un clavo saca otro clavo dicen. El amor después del amor.
Cuando le pica ese bichito insistente y traicionero, él sentencia: “¡Es la mujer más linda del mundo! ¿La vieron bien? ¡No puede ser tan linda! Que impresionante…” Y ahí se queda él atormentado, pensando día y noche en esa mujer. Cegado, embrujado, en fin… enamorado.
Y por ese amor se alegra, se entristece, se desvela, y cuando se logra dormir, lo sueña.
A este amor lo trae en todas las conversaciones, lo trae con la palabra, lo trae con el pensamiento, con el recuerdo y con la imaginación. Con la imaginación inventa encuentros que nunca pasarán, charlas que nunca tendrá, momentos que no vivirá.
Y así pasa las horas, los días, hasta que en el momento menos pensado se cruza una mujer todavía mucho más linda que la anterior.
-“¡Que hermosa! No, ta… pero esta es mucho más linda… ¡Mirala bien! Y que simpática que es. ¡Es divina!”. Así intenta hacer entrar en razón a sus amigos.
Y así pasa las horas, los días, la vida…
Un clavo saca otro clavo dicen. El amor después del amor.

sábado, 31 de enero de 2009

El mercado

2009
Cuzco

Zelma tiene 40 pero parece de más de 60 años. La vieja Zelma. Manos curtidas, arrugas muchas y ojos sinceros. Zelma camina 11 cuadras todas las mañanas desde su casa al mercado con bolsa a la espalda y parece de 20 años, la joven Zelma. Cuando llega a las 7 de la mañana, pide permiso a los perros y tira sus telas en el piso para vender sus carteras. Zelma llegó tarde a la repartija de puestos del mercado y por eso atiende desde ahí a sus clientes.
A las 7 es la hora que empieza la fiesta de los sentidos. A las 7 llegan los que traen el pescado, la yuca y el palo santo, los tambores y los charangos.
El pollo crudo mira desde su mostrador a las ranas en sus estanques. El olor de la naranja pelea con el del pescado frito y el del cuero de las carteras se mezcla con el del maíz y los garbanzos.
Los gritos de los hombres ofreciendo un almuerzo por tres nuevos soles tapan a las mujeres que susurran: "Lléveselo amigo. Anímese. Se lo rebajo si... Anímese"
El color del tomate fresco encandila a las peras. Las bananas celosas se regalan a 5 por un sol.
Todo es ruido y olor y color. Incluida Zelma. Que cuando los perros que ya almorzaron sobras de turistas se le echan al lado en busca de caricias lamiéndole la oreja, ella, sonrisa de 6 dientes, se pone roja como las manzanas del puesto de enfrente. Zelma parece de 12 años. La niña Zelma. Se levanta con gran esfuerzo ofreciendo su mercadería cuando se le pregunta de buena manera. Pero atiende bien desde el suelo a los europeos que pasan cerca de ella. Está acostumbrada a mirarlos desde abajo y que Europa la mire desde arriba. De esto hace ya más de 500 años. Y lo sabe bien mientras sonríe con sus 6 dientes, la vieja Zelma.

jueves, 29 de enero de 2009

El borrachín

2009
Cochabamba


Cuando cae la noche y toda la ciudad se queda sin agua, la plaza 14 de Junio de Cochabamba cambia de color. Ya no tiene los colores vivos de los vestidos de las niñas que bailan por una moneda. Tampoco los colores que logran los lustradores de botas al mediodía.
En la noche de la plaza tienen lugar los colores de las vendedoras de cigarrillos y de fantasías, de un mago al que nadie ve, de un pintor al que nadie compra y el de una mesa redonda, que le falta la mesa pero tiene mucho de ronda y de democrática.
En esta ronda todos opinan sobre lo sucedido el pasado 25 de Enero en Bolivia. De a uno y de a poquito, todos hablan y escuchan. Todos respetan a todos. Todos respetan a todos menos a Roberto el borrachín...
- "¡Vuelva cuando esté sano hombre!".
- "Con gentes mareadas no discuto". Dice una señora media gorda y bien bajita.
El borracho se molesta un poco y sigue intentando hablar. Que escuchen los que quieran lo que tiene para decir…
- "Vaya a descansar amigo. Vuelva mañana. En serio le digo… Así no puede discutir." Le insiste uno que dice ser trabajador del transporte.
Lo único que quiere contar Roberto para el que quiera escucharlo, es que es profesor de Historia desde hace más de 40 años. Que es un orgulloso hijo de mineros, porque fueron los mineros (mi papa y mis hermanos mayores cuenta) los que hicieron la primer Marcha por la Vida hace 4 años en Bolivia. Algo único en la historia Boliviana. 25mil mineros saliendo juntos del cerro come hombres, y dinamita en mano. Ahora todos los copian dice Roberto. Desde los cocacoleros hasta los maestros.
"El minero está loco", cuenta... "Si un día a 2 kilómetros tuyo hay una marcha de mineros, tu te darás cuenta... temblarán hasta las piedras..."
Explica que fueron los mineros quienes devolvieron la democracia al país y que Bolívar no merecía el nombre de un país. Porque fue él quien fugó de estas tierras con monedas de plata y oro que robó del Potosí.
Y confiesa que todavía llora cuando recuerda que fue en su país donde traicionaron al Che.
Y ahí se queda Roberto, sentadito como un niño en el borde de un banco con las manos y piernas cruzadas. Cabeza gacha. Con hipo y frío, y juntando fuerzas para irse a dormir.

miércoles, 14 de enero de 2009

Los Uros

2008
PUNO

Viven todavía hoy, después de casi 500 años, en islas sobre el lago Titikaka. Son islas pequeñas, artificiales, fabricadas con ramas de totora en las que viven los Uros.
La totora pide ser comida, y da dientes blancos y cuerpos robustos a los Uros. Pide ser usada como suelo y pared, y ellos levantan sus casas, crean sus islas, y fabrican sus botes para que los más pequeños vayan a la escuela ubicada en otra de las islas.
En cada isla, viven entre 5 y 8 familias. Los peces más viejos, cuentan que antes de que el hombre blanco se asomara a las orillas del Titikaka, eran más de 15 familias.
No se sabe de los antepasados de los Uros. Algunos creen que provienen de las filipinas (por sus características físicas), otros dicen que venían de un río bien al este y al sur (y que para que el río no los olvide le regalaron el nombre Uru-guay).
Lo cierto es que antes de vivir en islas sobre el titikaka vivían en tierra firme sobre las costas de Puno. Fueron los Pucarás, mas feroces y violentos que los atacaron por el norte. También los Aymaras por el oeste. Fue para sobrevivir que crearon este método de islas artificiales.
Un cóndor le avisa a Marcos, jefe de la isla, que una tormenta se avecina sobre el lago más grande del mundo... Marcos agradece la noticia.
Le pregunta al ave si sus casas de totora aguantaran el viento y la lluvia y sus hijos el frío . Escucha la respuesta y sonríe.
-"Si ya han aguantado por casi 500 años el frío y la peste, el hambre y los hombres que escupen fuego... ¿Porque no habrían de aguantar una simple tormenta?"

viernes, 9 de enero de 2009

Chávez

2009

Potosí


A 5 kilómetros de distancia de la primer salida de las minas, no corre una gota de aire. Solo se respira azufre y oro, plata y cobre. Los pulmones piden aire puro y como no se les da, protestan chiflando.
Hay recovecos tan pequeños que hay que copiarle a las babosas o apretar bien la panza para atravesarlos. Otras galerías son tan grandes que por más esfuerzo que uno haga no puede llegar a ver el techo...
No hace tantos años, llegaron a trabajar cerca de 30 mil mineros en este cerro. Hoy, los que mueren de a poquito son tan solo 2.700. Al no ser un recurso renovable, (el cobre, la plata, el oro, y la vida del hombre) cada vez serán menos.
Cada vez tienen menos fuerza los mineros. En sus brazos piernas y pulmones. En las marchas, el gobierno, y su sindicato.
Nos detenemos a descansar. De vez en cuando se siente un ruido bajito y seco. Están dinamitando en algún lugar de la montaña... Ante tanta agresión, de vez en cuando enojada responde con derrumbes y tapando caminos. Clausura salidas y aplasta mineros. Nadie esta libre de culpa ni de miedo.
Animal de costumbre es el hombre.
Cuanto más chico se empieza a trabajar, mejor. La mayoría empieza a sus jóvenes 14 años.
La experiencia es lo más importante para un minero. Después de la suerte, claro, explica el guía.
El guía se hace llamar Chávez y sentado en una roca, hinchados de coca sus cachetes, habla sin parar. Que conoce a "su gente" dice, que es dura la vida del minero, que es guía de hace más de veinte años que justo esta que tiene en su mano es una hoja de la suerte. Mira la hoja tranquilamente sin llevarla a su boca y la ofrenda al dios que han esculpido hace mucho en este lugar...
Cuenta que todos los 24 de Febrero los mineros vienen hasta aquí a rendir culto a este dios de la Pachamama. Le ofrendan coca y chicha, vino y cigarrillos. Todo para este dios de pene grande que fertiliza con él a las minas de oro y plata...
Chávez saca un cigarrillo de su bolsillo y lo prende. Lo pone en la boca del dios y al poco aire respirable del lugar se le suma el insoportable humo... desparramando en el suelo medio kilo de hojas de coca, pide:
"Que no haya derrumbes... Que la bolsa internacional suba el precio de los minerales... Que quede todavía mucha plata y oro en las profundidades de esta montaña... Que este pobre guía tenga mucho trabajo. Y que sean japoneses sus próximos turistas, que de tan chiquitos entran mejor y más fácil por las galerías".